El hombre, que se encontraba desarrollando la actividad en el exterior del supermercado Walmart de la localidad de Hidalgo del Parral en Chihuahua, no contaba con ningún tipo de permiso o licencia para ello.
No es la primera vez que vemos a una persona desempeñando algún tipo de actividad o juego con ánimo de lucro en las calles de nuestras ciudades. Puede llegar a ser habitual que estos individuos se aposten en los exteriores de centros comerciales, supermercados u otras grandes superficies donde el continuo trasiego de viandantes le reporta una ingente cantidad de clientes potenciales para su oscuro negocio, por definirlo de alguna manera.
Este caso es un ejemplo de ello. La pasada semana fue detenida una persona en los aledaños del inmueble que alberga los supermercados Walmart que se encontraba operando un tipo de juego de azar del que resultó no tener permiso. Varios agentes policiales se acercaron al lugar en el que se desarrollaban los hechos con el fin de verificar si el negocio poseía los documentos legales necesarios para funcionar.
La acción se desarrollaba bajo una carpa, que bien podría haberse usado para ir a la playa y donde varias personas ofrecían a los transeúntes el poder participar en un juego de azar basado en las clásicas canicas. Así pues, los funcionarios demandaron a la persona responsable los permisos pertinentes para poder ejecutar este tipo de actividades en la localidad de Parral.
Los oficiales quedaron sorprendidos al contemplar que los permisos que se les mostró habían sido tramitados en la Ciudad de México y la Ciudad de Chihuahua, por lo que carecían de valor en el municipio en el que operaban. Los agentes informaron al encargado que para trabajar con este tipo de negocio ambulante se necesita una autorización del municipio en cuestión y otros permisos especiales relacionados con los juegos de azar.
Así pues, los implicados fueron trasladados a las dependencias policiales de Parral con el fin de clarificar las circunstancias que habían llevado a dicha persona a operar sin permiso. Una vez allí, el responsable respondió que desistiría de dicha actividad y dejaría la ciudad, ya que carecía de la autorización necesaria.
Según se ha informado, varias de las personas que observaron cómo funcionaba este “negocio”, declararon que uno de los implicados habría ganado unos noventa mil pesos en apenas una hora. El método usado por estos individuos es bien sencillo. Normalmente una persona del público que es parte del grupo que dirige el juego funciona como gancho y participa en la actividad obteniendo importantes cantidades de dinero y haciendo creer a los ingenuos observadores que es fácil ganar. Ahí es cuando la víctima, confiada, comete el error, participa en el juego y acaba perdiendo su dinero.