Desmintiendo mitos: ¿están los juegos de casino amañados?

Juegos casino

¿Están amañados los juegos de casino? Lo primero que debemos determinar antes de poder responder esta pregunta, es qué queremos decir exactamente con la palabra “amañado”.

Todos los juegos de casino están “amañados” o “arreglados”; ya que se basan en un cálculo inteligente de causa y efecto (el lanzamiento de un dado, el giro de unos carretes o el reparto de una carta) equilibrado, con riesgo y recompensa. Todo ello, mezclado en una sopa estadística de probabilidad precisa.

En consecuencia, todos los juegos de casino están “amañados” para garantizar que la casa tenga una ventaja marginal, pero una ventaja, al fin y al cabo.

Sin embargo, si cada apuesta consistiera, simplemente, en el lanzamiento de moneda al aire, con un 50% de probabilidades de que salga cara y otro 50% de que salga cruz, no existirían los casinos. Serían económicamente inviables.

En este sentido, por ejemplo, las tragamonedas están diseñadas específicamente para pagar un cierto porcentaje de dinero a los jugadores; algo que se denomina RTP (retorno al jugador).

La mayoría de las máquinas tragamonedas y tragamonedas online con dinero real tienen un rendimiento de alrededor del 96%. Básicamente: por cada cien pesos que apuestes, consigues 96 de vuelta. A largo plazo, deberías acabar perdiendo. En teoría, al menos, aunque esto no es siempre así, ya que hay jugadores que pierden mucho más y otros que ganan.

Así pues, partiendo de la base de que hay unos condicionantes para que se den (de acuerdo con unas probabilidades) una serie de resultados, podemos asegurar que los juegos de casino no están amañados. No pueden ni tienen por qué estar amañados. A continuación, te vamos a dar un par de argumentos de peso para demostrártelo.

Regulación

Obtener una licencia de casino es muy difícil y caro. Más aún en México, donde la apertura de nuevos establecimientos siempre acaba convirtiéndose en el centro de un acalorado debate. El negocio de las apuestas es un tema político muy controvertido.

Por ello, cualquier sala física o casino en línea debe demostrar la debida diligencia, transparencia y competencia no solo en la fase de apertura, sino durante sus operaciones diarias.

Además, existe un poderoso lobby antijuego que aviva el factor miedo. La única forma que tiene el sector del juego de mantener a los legisladores de su lado es un compromiso con una estricta regulación y cumplir con la legislación vigente.

¿Y cuál sería el requisito principal de cualquier licencia de casino? Es simple: ofrecer a los jugadores juegos de casino que no estén manipulados. En otras palabras: no hacer trampas.

Y aquí está la cuestión: los casinos no necesitan hacer trampas. Si te quedas el tiempo suficiente, la casa siempre gana. Esto funciona así, como hemos mencionado previamente, por pura logística: el casino necesita fondos para mantener sus operaciones activas.

En el caso de los establecimientos físicos, de no contar con esta ventaja, no podría pagar a sus empleados, la factura de la luz, los impuestos municipales y estatales, proveedores, etc. En cuanto a las páginas de casino en línea, no podrían hacer frente al salario de sus trabajadores, proveedores de juegos, hospedaje web, etc.

Veamos un ejemplo en el que el casino cuenta con una determinada ventaja para ganar sin tener que hacer trampas o amañar el juego: la ruleta. Si no hubiera un cero en la ruleta, la casa nunca ganaría. El cero es una manifestación física de la ventaja de la casa.

Hay 36 números y un cero; un total de 37 resultados posibles. Pero, si aciertas un solo número, obtienes solo 36/1. La ventaja de la casa en una mesa de ruleta con un solo cero es 1/37 o 2,70%. Esa es la ganancia del casino en la mesa de ruleta.

En el caso de la ruleta estadounidense, que tiene un cero y un doble cero, la ventaja de la casa aquí es de 1/38 o 5,26%. Por eso siempre recomendamos evitar la ruleta americana y jugar a la ruleta europea: tus probabilidades de ganar serán mayores.

Reputación

Cualquier casino que engañe a sus jugadores no va a durar mucho en el mercado. Da igual que se trate de un establecimiento físico o una página de casino online con dinero real. Tomemos el caso del escándalo de Absolute Poker, una sala online en la que muchos de sus usuarios fueron estafados por uno de los trabajadores de confianza que tenía acceso a sistemas clave de la plataforma.

En cuanto se supo, se acabó. Absolute Poker pasó de ser uno de los mejores sitios de póker en línea a un sitio marginado y fracasado casi de la noche a la mañana.

En cuanto a los establecimientos físicos, es probable que la única estafa factible pueda darse por parte de algunos trabajadores, principalmente aquellos que gestionan las mesas de juego. No es descartable que haya algunos crupieres de casino (muy pocos, eso sí) que se queden con fichas o actúen en connivencia con determinados jugadores para sacar un beneficio en común.

Eso sí, estas acciones son cada día más complicadas de ejecutar, dado el estricto control de las salas de casino. Por no hablar de las consecuencias judiciales que acarrearían.

¿Es realista pensar que los casinos amañan deliberadamente los juegos? No. Esos tiempos, que no digo que no existieran, ya pasaron. ¿Crees que casinos mexicanos de prestigio estarían dispuestos a poner en juego su reputación? En absoluto

Conclusión

La cuestión es que los casinos no necesitan hacer trampas para tener cierta ventaja sobre los jugadores y poder mantener sus operaciones. Esto no quita que muchos jugadores tengan la suerte de su lado suerte y puedan ganar más dinero del que apostaron… incluso premios que podrían cambiarle la vida.

Pero las probabilidades son las probabilidades y, siempre están a favor de la casa. En el mundo online siempre tienes la opción de recurrir a los bonos de bienvenida o jugar al casino con depósitos mínimos para mejorar tus expectativas de ganar.

De cualquier modo, recuerda siempre analizar cuáles son los juegos que ofrecen menores opciones de ganar al casino y, en consecuencia, los que te dan más posibilidades a ti como jugador. ¡Mucha suerte!