Los legisladores mexicanos evalúan la posibilidad de incrementar los pagos por ganancias de las salas mexicanas al tratarse de un negocio ciertamente rentable
Uno de los aspectos que se tienen en cuenta antes de conceder un permiso para que un nuevo Casino pueda operar, es que dicho negocio reporte algún tipo de beneficio a la comunidad. En muchos casos se habla de la creación de nuevos puestos de empleo, construcción de nuevas instalaciones (teatro, sala de eventos, etc.) de las que podrán disfrutar los habitantes del municipio en cuestión, aumento del número de turistas a la zona, etc.
Otro de los puntos calientes en el momento de tramitar la licencia de un nuevo Casino es el de los impuestos. Actualmente, las tasas que tienen que pagar los propietarios de estos centros de juegos se elevan al 6% del total de las ganancias, lo que parece resultar insuficiente para muchos de los gobernantes de la cámara mexicana.
Así pues, La legislatura del país debatirá en octubre la posibilidad de revisar el impuesto a las ganancias de los Casinos de México. Marco González, coordinador del PRI, señaló que la industria de los Casinos y juegos de azar resulta muy redituables, por lo que el porcentaje que están dejando al Estado y a la Municipalidad correspondiente no son suficientes.
El 6% que actualmente deben tributar todas las salas por ley, en muchas ocasiones no llega a pagarse. Hay Casinos que pagan una cantidad por debajo de ese porcentaje, lo que no tiene mucho sentido teniendo en cuenta que las personas que juegan en estos locales tienen recursos económicos importantes y juegan elevadas cantidad de dinero.
Por lo tanto, basado en el conocimiento que se tiene de los importantes ingresos que realizan estas salas cada año, octubre resultará un mes clave para comprobar si finalmente acaban contribuyendo con un porcentaje acorde a las riquezas que generan.