La industria de los casinos y los juegos de azar se debilita en México en relación con otros países Latinoamericanos. La incertidumbre legislativa, el cierre de salas de juego y la dificultad para la apertura de nuevos centros son los principales problemas que afronta el sector.
Así lo hemos podido conocer después de que Miguel Ángel Ochoa, presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuestas en México (AIEJA) lo dejara entrever durante el desarrollo de la jornada inaugural de la 1ª Convención Nacional de la Industria del Juego, celebrada en el centro Banamex de la Ciudad de México:
México ocupa el tercer lugar en América Latina, el más desarrollado es Argentina, pero lleva más de 40 años, México lleva 10 años, no hemos crecido, hemos tenido menos salas, eso nos redujo al tercer lugar, ellos (Chile) crecieron y nosotros no, el tema fue ordenar el crecimiento y controlarlo mejor, creo que es válido, pero ahora que estamos ordenados es momento de crecer.
De esta manera, nuestro país pasó de ser la segunda potencia de juego en Latinoamérica, a convertirse en la tercera en favor de Chile. Según expertos del sector, el principal detonante de la situación ha sido el continuo cierre de casinos y salones de juego -hasta 80- en México debido a la derogación de los permisos de operación por irregularidades.
Con respecto a este punto, cabe destacar que de las más de 400 salas existentes en territorio mexicano en 2013, actualmente operan con normalidad 320. Si bien es cierto que se prevé la apertura de alrededor de 300 nuevos casinos durante la próxima década, la inestabilidad normativa que padece el país hará el proceso difícil. Otro dato que ha descendido es el número tragamonedas legales, que se encuentra en las 90 mil.
A lo anterior hay que sumar el excelente trabajo que se viene realizando en Chile, que mantuvo su crecimiento en términos económicos y de usuarios de manera segura, a pesar de la incertidumbre creada por la posposición de la nueva adjudicación de los casinos Municipales.
Con respecto al cierre de las salas, si bien el presidente Ochoa señaló que fue debido a irregularidades de los centros, no se debe olvidar que la Ley Federal de Juegos y Sorteos de 1947 -normativa que se rige estos negocios- posee una antigüedad de 60 años, a pesar de las modificaciones realizadas en 2013.
Esto significa que un sector tan cambiante como el de los juegos azar, no puede permitirse operar bajo leyes obsoletas. Esto se hace más evidente cuando analizamos la novedosa situación en la que se encuentran empresas que operan a través de internet, un apartado que no aparece regulado de forma clara en dichos Decretos.
De hecho, a pesar de que existen muchas páginas web que operan juegos de casino y apuestas online en México, estas no están siendo controladas por la SEGOB, por lo que sus operaciones, aunque no pueden considerarse ilegales, sin funcionan dentro de un marco de alegalidad. De esta manera lo explicaba Miguel Ángel Ochoa:
Son cinco cambios importantes, cada permiso se otorga por sala con duración de 12 años, se contempla regulación online, abrir zonas turísticas o emergentes como estímulo de atracción, regulación a las máquinas, y certificación a las personas que trabajen en los casinos para mayor seguridad a los clientes y ayudarle a un mayor control a las autoridades.
A pesar de todo, y como conclusión, hemos de señalar que el futuro del sector casinero en México se presume positivo. Con una industria valorada en más de 10 mil millones de dólares y un incremento del 42% en el número de visitantes en relación con el año pasado, se prevé que estas cifras se eleven todavía más, pudiendo llegar hasta los 4 millones de usuarios únicos en 2017, números que invitan al optimismo.