2017 traerá consigo la llegada de una nueva tasa impositiva que no sólo afectará a las salas de Nuevo León, sino que tendrán que pagar los usuarios que visiten estos centros de azar.
El tan debatido y ya denominado impuesto a los Casinos diseñado por el Congreso del Estado será efectivo el próximo 1 de enero del nuevo año y afectará no sólo a todos los centros de ocio de la región de Nuevo León, sino a los clientes que jueguen en dichas salas. El gobernador del estado, Jaime Rodríguez, ya tiene lo que deseaba.
Ciertamente habría que matizar la denominación utilizada, ya que la nueva tasa afectará directamente al usuario, esto es, serán las personas que usen los servicios de estos Casinos los que tendrán que pagar directamente al Gobierno mexicano un 10% del total de sus gastos. Así al menos es como lo describe el decreto número 10 de la Ley de Hacienda.
Así pues, supongamos que un jugador decide gastar 200 pesos en un Casino de Nuevo León. En el momento en el que el usuario realiza la compra de fichas, por ejemplo, estará perdiendo (desembolsando) un 10% de ese total. Es decir, de los 200 pesos que iba a jugar, sólo podrá usar 180, ya que los otros 20 serán usados como pago al Estado.
Por otro lado, a esto hay que sumar que las ganancias obtenidas en cualquiera de estos juegos de azar también tendrán un importe que pagar por parte de los usuarios. El 6% de los beneficios adquiridos irán directamente a las arcas del estado.
Empresarios y portavoces del sector llevan tiempo haciéndose eco de la situación y señalando que muchos de los clientes habituales ahora pensarán si realmente les compensa asistir a los Casinos o Bingos de su localidad, con lo que los ingresos para estos establecimientos, con casi total seguridad, se verán reducidos.
Este nuevo gravamen resulta aún más duro para las personas que disfrutan de los juegos de azar, ya que a esto hay que sumarle además el paquete fiscal aprobado por el Congreso y que incluyen impuestos que afectan al precio de la gasolina, el gas o la TV por ejemplo.
Miguel Ángel Ochoa Sánchez, representante de AIEJA (Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la industria del Entretenimiento y Juegos de Apuesta en México) ha sido uno de los más críticos con el nuevo panorama al que va a enfrentarse el sector del juego en el año 2017 en este estado mexicano.
Para Ochoa, esta nueva Ley explota directamente contra los intereses del ciudadano, ya que va a suponer el pago de un gravamen antes de pisar el propio salón de juegos. Además, el dirigente advirtió que el núcleo más afectado será el de las amas de casa mayores de cuarenta y cinco años, que suponen alrededor del 50% de la clientela de Casinos y Bingos. Estas personas, que antes simplemente querían pasar un rato de entretención fuera de sus casas sin gastar gran cantidad de dinero, se verán expuestas ahora al riesgo de perder fondos que deberían invertirse en los gastos familiares.
El representante de AIEJA incidió además en otra situación que sobrevendrá cuando la asistencia de usuarios se vea reducido: el cierre de centros de azar y el despido de personal dedicado al sector del juego. Según Ochoa, muchas sociedades no van a poder soportar la reducción del número de clientes y los beneficios que estos le reportaban, lo que desembocará en tan dramático final. El mandatario se aventuró en indicar que, al menos, se perderán unos diez mil empleos en esta industria en el año 2017.
Finalmente, quiso recordar además que con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su intención de enviar inmigrantes mexicanos de vuelta a nuestro país, la situación se verá aún más agravada todavía.