Atlantic City, que se convirtió en el referente mundial del sector de los casinos a finales de los años 70 y durante los 80, se enfrenta de nuevo a una crisis que podría acabar definitivamente con la popularmente conocida como ´Las Vegas del Este´. ¿Será el fín del popular centro de juego? Hagan sus apuestas.
Hace tres años, un mercado de juegos sobresaturado y una mayor competencia desde el exterior obligaron a cuatro casinos de la zona a cerrarse, lo que provocó que la ciudad cayera en picado en el plano turístico y económico.
La historia puede estar repitiéndose de alguna manera, ya que durante el próximo año, se espera que la ciudad y la industria del juego de la región crezcan nuevamente con la apertura de nuevos macro salones de juego y apuestas.
Mientras que algunos lo ven como una señal de que el mercado de juegos del complejo está cambiando y mejorando, otros han predicho consecuencias negativas, afirmando que esto podría conducir a otra ronda de cierres de casinos tradicionales.
Hard Rock Hotel & Casino Atlantic City está programado para abrir durante el verano, y Revel, que podría venderse en los próximos meses, espera que se vuelva a abrir en algún momento. Mientras tanto, en octubre de 2018, MGM Springfield en Massachusetts abrirá y proporcionará más competencia fuera del estado.
Colin Mansfield, director de Fitch Ratings y uno de los analistas expertos en el sector de juegos, restauración y ocio de Norteamérica, se mostró muy inquieto ante la inminente apertura de los nuevos casinos:
Existe una preocupación con el aumento en el suministro que se creará con la apertura del Hard Rock. El mercado ha mostrado signos de estabilización después de los cierres, los operadores restantes están viendo un aumento en los beneficios y una mayor oferta podría eliminar las propiedades existentes.
Por otra parte, la entidad global de servicios financieros Standard & Poor’s indicó recientemente que la expansión en curso de los juegos de casino en la región podría llevar a futuros cierres de otros casinos.
Portavoces del grupo también dijeron que el continuo crecimiento de los juegos no tendrá un impacto a largo plazo en la calificación crediticia de la ciudad. Así lo explica un informe técnico de la marca:
Si bien podría haber ganancias económicas y presupuestarias a corto plazo, es poco probable que mejore la calidad crediticia del estado. Con la disminución de los ingresos de juego tribal en Connecticut y la erosión del monopolio de juego de Atlantic City en Nueva Jersey, los riesgos a largo plazo de los juegos de casino comerciales son un riesgo de crédito continuo.
A medida que los estados de la región continúen con su expansión del juego, junto con las débiles tendencias demográficas de la región, la probabilidad de que estos ingresos complementen significativamente los ingresos del estado a largo plazo disminuirá y tendrá implicaciones crediticias a largo plazo.
Por último, para que las propiedades adicionales sean exitosas, la ciudad necesita hacer un mejor trabajo para atraer gente, de acuerdo con la opinión de uno de los consultores más destacados de la industria de las apuestas Robert Ambrose.
La ciudad debería continuar reinventándose con el objetivo de atraer a nuevos visitantes que apoyarán la industria del juego y el turismo de la zona en general, de acuerdo con la opinión de Ambrose:
El mercado no puede crecer al agregar solo otra propiedad del casino. La fórmula para alimentar a un mercado sobresaturado en parte es ampliar la cantidad de huéspedes que visitan la ciudad. Esto ya no es solo una ciudad de casino.