El póker es, sin lugar a dudas, uno de los juegos más populares de los casinos. Pero, ¿qué hace que el póker sea un juego tan atrayente? El hecho es que este juego de cartas contiene un elemento competitivo del que carecen otros y que tiene que ver principalmente con la opción de enfrentarse a otros usuarios.
Cuando te sientas en una mesa de póker en una sala de juego física o una página web, tus oponentes son el resto de jugadores de dicha mesa en lugar del casino. En resumidas cuentas, el jugador apuesta su dinero contra otros usuarios.
Al superar o perder frente otros apostadores en una partida de póker, tanto las emociones positivas como negativas se magnifican mucho más que si ganaras o perdieras jugando al blackjack, por ejemplo. Por lo tanto, quedan claros los matices que posee este juego en relación con otros juegos de casino, que poseyendo otras características interesantes, no son comparables con la emoción de apostar contra otros jugadores.
De este modo, y con más motivo, en necesario dominar los conceptos básicos del póker para poder competir con las máximas garantías. Conocer las reglas del juego y algunas estrategias clave es totalmente necesario para poder salir ganador en el póker.
Del mismo modo, es necesario saber que existen diferentes modalidades de este juego de casino y que cada una de ellas posee unas reglas concretas. Texas Hold’em, Seven-Card Stud y Omaha son tres de las variantes de póker más extendidas y populares.
Características del póker
El objetivo del póker es el de ganar el bote acumulado durante el desarrollo de una partida Para ello, es necesario contar con la mejor mano o bien, hacer creer al resto de jugadores de la mesa que la posees. Para ello, los jugadores no utilizan dinero real, sino fichas, que poseen un valor determinado. Por lo tanto, siempre que juegues al póker tendrás que comprar fichas para poder sentarte en una mesa, tanto en un casino físico como en línea.
El crupier, que se encarga de llevar la gestión de las partidas, utiliza una baraja estándar con 52 cartas que irá repartiendo a los jugadores en el sentido de las agujas del reloj. También será el encargado de repartir y descubrir las cartas comunes. Cada mazo de cincuenta y dos cartas posee 13 cartas de un palo diferente: tréboles, corazones, diamantes y picas). El valor de las cartas se reparte de forma numérica del 2 al 10, además de Jota, Reina, Rey y As.
Un mazo de 52 cartas posee más de 2 millones de combinaciones posibles al utilizar las cinco cartas que entran en juego en cada mano. Por lo tanto, cada partida de póker resulta completamente diferente a la anterior, sobre todo si el número de jugadores es el máximo permitido.
Manos en el póker
El As es la carta clave a la hora de tomar decisiones en las apuestas del póker, puesto que posee el valor más alto, además de que también es posible utilizarla como la carta más baja para una formar una escalera As-2-3-4-5. En consecuencia, el As es una carta de gran valor, que siempre proporciona cierta ventaja al jugador que la posee. Otras cartas interesantes son el Rey, la Reina y la Jota, que son las tres siguientes en orden de valor.
Las manos que se pueden formar en el póker van desde la más débil, que es una carta más alta, hasta la escalera real, que es la mano más poderosa del juego y que no puede ser batida por ninguna otra. Para finalizar, te mostramos la lista de manos disponibles, de menor a mayor valor. Esta información es fundamental que la tengas en tu cabeza en todo momento mientras juegas, pues de ella dependerán tus decisiones.
- Carta más alta: un As
- Pareja: dos cartas iguales, como por ejemplo dos ases
- Dobles parejas: dos parejas de cartas iguales, como por ejemplo dos ases y dos reyes
- Trío: tres cartas iguales, como por ejemplo tres ases
- Escalera: cinco cartas consecutivas, como por ejemplo 2, 3, 4, 5 y 6
- Color: 5 cartas del mismo palo, como por ejemplo 3, 5, 8, Rey y As de corazones
- Full house: una pareja y un trío de cartas, como por ejemplo 3 ases y dos reyes
- Poker: cuatro cartas iguales, como por ejemplo 4 ases
- Escalera de Color: cinco cartas consecutivas del mismo palo, como por ejemplo 2, 4, 6, 10 y As de diamantes
- Escalera Real: Diez, Jota, Reina, Rey y As del mismo palo